Esta exquisita escultura procede de la exuberante isla de Sumatra, en Indonesia,
y ha sido elaborada en madera por maestros artesanos con técnicas ancestrales.
Los elefantes han sido venerados durante mucho tiempo en la región, profundamente arraigados en las tradiciones hindúes y budistas. En las cortes reales de Sumatra, los elefantes no eran sólo animales majestuosos, sino símbolos del poder real, que encabezaban grandes procesiones, realzaban ceremonias opulentas,
y desempeñaban un papel fundamental en la guerra, encarnando la autoridad del monarca.
Su legado perdura a través de intrincadas tallas en los templos y vibrantes tejidos,
mientras que el Parque Nacional Way Kambas en Lampung es hoy un testimonio de la perdurable conexión cultural y espiritual con los elefantes de Sumatra. cultural y espiritual con el elefante de Sumatra y la presencia divina de Ganesha.